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La Plata: Un remisero encontró unas llaves, fue a robar a la casa de los pasajeros y les mató a la hija



Un remisero encontró las llaves de sus clientes en el auto y volvió para robar la casa. Pero para su sorpresa, no estaba desocupada, había quedado la hija de los dueños, de 23 años. El hombre la golpeó, la mató y trató de escapar. Pero un vecino notó actitudes extrañas y vio salir al atacante, llamó a la policía y quedó detenido.

El asalto y homicidio ocurrió en la madrugada de este sábado en 75 entre 21 y 22, del barrio Altos de San Lorenzo, en la ciudad de La Plata. La joven asesinada a golpes fue identificada como Ayelén Estefanía Arredondo, quien había quedado al cuidado de la propiedad, según las primeras hipótesis de los investigadores.

El caso provocó fuerte conmoción en el barrio, de casas de una planta, entre calles asfaltadas. Prevalecen viviendas humildes y es una zona donde los casos de inseguridad se repiten. Según se informó, Estefanía "Fue asesinada de un golpe, con un elemento contundente. Los ingresos a la casa no estaban violentados".

El presunto autor del asesinato es un hombre de 55 años identificado como Marcelo Alejandro Saleh, de Ensenada. Los padres de Arredondo habían acordado un viaje con Saleh para ir hasta Florencio Varela.​
El traslado se concretó a las 5.30 cuando el agresor los llevó en un VW Polo hasta ese distrito del sur del conurbano. Entonces advirtió que en el asiento trasero del vehículo los clientes habían olvidado una riñonera con las llaves de la casa, alguna documentación y algo de dinero.​

Saleh creyó que tenía la oportunidad para dar un golpe perfecto. Iría a una casa desocupada, en plena noche y podría quedarse con todo lo que quisiera. Pero cuando abrió la puerta se topó con Ayelén. Al parecer, hubo una intensa resistencia de la joven, que terminó de la peor manera.​

La causa está a cargo del fiscal de turno a cargo de la UFI 5 de La Plata Juan Menucci. Según se supo el sospechoso fue interceptado por un vecino en 24 y 75. El testigo contó que vio a Saleh en la casa de la víctima y que llamó la atención que actuaba alterado, nervioso. Pero además, cuando llegaron los patrulleros pudieron ver que en el coche había precintos, guantes y una barreta. Además en su ropa se pudieron percibir manchas de sangre.